domingo, 4 de diciembre de 2011

Antonio Muñoz Molina nos da una clase de paradojas.

Escribe Antonio Muñoz Molina:

"En este afán por figurar en las solemnidades religiosas son idénticos los políticos de izquierda y derecha, los centralistas españoles y los independentistas catalanes o vascos: con idéntica desvergüenza cultivan un populismo que sin duda les dará algunos votos, pero que tiene un efecto corruptor sobre la conciencia de la ciudadanía al hacer borrosa la separación entre la Iglesia y el Estado, y al privilegiar a una confesión religiosa sobre todas las demás, y sobre el derecho de quienes no pertenecen a ninguna".

¡Oh! ¡Corrompen la conciencia de la ciudadanía! ¡Cómo corrompen, corrompen y vuelven a corromper! ¡Qué corruptos que son! ¡Menos mal que Antonio Muñoz Molina no es un corrupto como ellos!

¿Antonio Muñoz Molina?

1991: Premio Planeta por El jinete polaco.

Reescribamos:

"En este afán por figurar en los grandes premios son idénticos los escritores de izquierda y derecha, los centralistas españoles y los independentistas catalanes o vascos: con idéntica desvergüenza cultivan una mendacidad que sin duda les dará algunos euros, pero que tiene un efecto corruptor sobre la conciencia de la ciudadanía al hacer borrosa la separación entre la verdad y la mentira, y al privilegiar a una antiélite corrupta sobre todas las demás, y sobre el derecho de quienes no pertenecen a ninguna".

Chúpate esa.

1 comentario:

  1. En su blog, Lansky decía que Muñoz Molina como novelista es comparable a un sujeto que descubre la pólvora todos los días. Yo tengo un libro suyo, encontrado cerca de un contenedor de papel, que empezaba en torno a las disputas entre los miembros de una hermandad religiosa. Me parecen bien estas críticas, pero tampoco es el primero que lo ha pensado.

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