lunes, 23 de noviembre de 2009

Epigrama a la corrupción tolerada del Premio Planeta.

Érase un premio amañado,
codiciado por corruptos.
Un planeta desgraciado,
asunto de putas y putos.

Érase un Midas inverso:
tocando oro, hacía caca.
Se hizo editor ¡el muy lerdo!
traficando con mierdallas.

Éranse un Premio Planeta,
su corrupción tolerada
y una mediatiquez cateta
que les hacía la fabada.

Érase un tonto engañado
que se compró esta cagada:
«-¡La literatura es mierda!».
No volvió nunca a leer nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentar: